<$BlogRSDURL$>

sábado, agosto 21, 2004

Ahí lo tenés a Alfonso.
Desapareció hace cuarenta y cinco días y recién ayer volvieron a verlo por el barrio.
Todavía no nos enteramos nada de lo que anduvo haciendo; aunque, en éste tiempo, más de un vecino fantaseó posibilidades en voz alta.
Nadie se animó a preguntarle; quizás por miedo a la respuesta.
Todos lo envidiamos siempre pero nunca nadie se lo dijo.
Nunca nadie le dijo que su sola presencia alcanza para modificar momentos y situaciones aburridas o desagradables.
Nunca nadie admiró públicamente su capacidad de despertar entusiasmo en cualquier desesperanzado.
Nunca nadie, además, le agradeció por eso.
Probablemente por miedo a ver nuestras flaquezas y decepcionarnos ante ellas.
Ahí lo tenés, ahora, ahí lo tenemos. De nuevo nos habituamos a su presencia.
Sospecho que, a pesar de querer, de necesitar hacerlo, tampoco ahora vamos a decirle mucho más que lo acostumbrado.

|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?