<$BlogRSDURL$>

lunes, mayo 31, 2004

Hoy, X volvió a levantarse con el pié izquierdo.
En realidad, viene haciendo lo mismo toda la semana.
Hasta llegó a creer que había adoptado una nueva modalidad matinal.
Aunque, en el fondo, sabía que se engañaba: está pasando por un mal momento.
Ayer quedó en encontrase con Y, una hermosa niña a quién conoció, no hace más de quince días, en uno de los lugares de atención nocturna que suele frecuentar.
Iban a verse en las inmediaciones de la casa de X, puesto que éste siempre prefiere jugar de local.
Sufió mucho en los momentos previos. Suele sufrir, casi siempre encuentra un motivo para hacerlo.
Se dirigió al lugar indicado, a la hora indicada y con el porte indicado: limpio, afeitado y con la mejor pilcha disponible.
Al llegar, notó la ausencia de Y, y decidió sentarse a esperarla, con el convencimiento absoluto de que ella así lo merecía.
Pidió un café... y esperó.
Fumó cigarrillos... y esperó.
Pidió prestado un diario viejo e intentó leer... mientras seguía esperando.
Pasó hora y media. Y no apareció.
Preguntó al mozo y a los habitués del lugar si habían visto a una señorita así y asá. Nadie supo informarle nada.
Al fin, después de tres horas, varios cafés, unos cuantos cigarrillos y media noticia leída, decidió volver a su hogar, no sin antes pedir a los presentes que le informaran en caso de que una señorita preguntara por el. Estos asintieron sin reirse ni mostrar ningún tipo de conmoción al respecto.
X volvió a su casa, se desvistió, comió galletitas de agua con picadillo de carne, se lavó los dientes, prendió la radio y se acostó a mirar el techo.
Pensó en la posibilidad de haber errado el día o la hora.
Se engañaba, pues sabía que su memoria no podía fallar de esa manera.
Con esas ideas dando vueltas y con una locutora de voz sensual intentando llamar su atención, se durmió.
Soñó que iba al bar, se encontraba con Y y le declaraba su amor y su deseo de acompañarla y respetarla por siempre... ella se negó.

|

jueves, mayo 27, 2004

Como venía escaso de ideas, dediqué los últimos postes a recomendar otros lugares de mi agrado.
Algunos fueron visitados, siguiendo mi sugerencia.
Al menos eso me contó un pajarito al que dejé posarse sobre mis hombros, ayer a la mañana, con objeto de alimentarse de mi caspa.
Hoy también vengo con las ideas flojas, por eso mismo divago creyendo que lo que escribo puede llegar a ser interesante.
En realidad, ahora que releo, me doy cuenta que no está tan mal, e incluso puedo decir que tiene algo particular mi manera de escribir.
Mis textos no tienen grandes errores ortográficos; están, gramaticalmente, bastante bien construidos y, cada tanto, dejo caer alguna que otra idea inteligente.
O, al menos, coherente.
O más o menos interesante.
O bastante bien hilvanada.
O que podría llegar a perdonarse.
Y así, succionativamente.

|

domingo, mayo 23, 2004

A
  • Elecktra
  • me gusta visitarla cada tanto.

    |
  • Lucia
  • me visita cada tanto.
    Y yo a ella.

    |

    sábado, mayo 22, 2004

  • Pablo
  • pasó por éstos lares, elogiando la obra de un servidor y sugiriendo un intercambio de recomendaciones.
    Esto fué aceptado y puesto en práctica sin titubeos.
    Visitadlo, si queréis.
  • Tina
  • también tuvo la gentileza de acercarse por aquí, para reafirmar que
  • Las 3 a los 30
  • es un lugar al que se puede concurrir, no sin riesgo de perder la cordura que nos acompaña.
    De alguna manera misteriosa que no puedo recordar, aparecí en lo de
  • Amanda
  • y me gustó.
    Estas fueron las novedades al respecto de mi expansión comunicativa.
    Sin más, saludo atentamente.

    |

    sábado, mayo 15, 2004

    Si lo desean, pueden darse una vuelta por
  • Las 3 a los 30

  • a mi me gusta.

    |

    viernes, mayo 14, 2004

    Desconfío de lo que escribo.
    Pero no pido perdón.
    Ya que, también, desconfío de quienes se disculpan por sus obras.

    |

    jueves, mayo 13, 2004

    Insisto:
    lean a
  • Patonga

  • |

    miércoles, mayo 12, 2004

    Ahora si el teclado de la computadora está configurado como me gusta.
    Como, creo, lo usan la mayoría de los mortales.
    Mi compañero de vivienda, evidentemente, no forma parte de ese grupo, ya que eligió usarlo de una manera bastante particular.
    Un ejemplo, el acento se encontraba ubicado a la derecha de la letra “p”, donde, a mi parecer, debe encontrarse el acento invertido.
    Ahora se encuentra a la derecha de la “ñ”, posición totalmente favorable para mi.
    Otro cambio importante lo sufrieron los signos de afirmación e interrogación (los pongo en ese orden para poder usar “e” lugar de “y”, un capricho), quienes se encontraban ubicados en una manera inversa a lo que, para mi, es tradicional.
    “?” era activado con “shift” y “1”,
    “!” era activado con “shift” y “’”,
    “¡” y “¿”, con y sin “shift”, respectivamente y en la misma tecla,
    a la izquierda de “Back Space”.
    Ya las cambié.
    Espero, sinceramente, que esto contribuya a la fluidez de mi escritura y acreciente, directa o indirectamente, mi creatividad.

    |

    martes, mayo 04, 2004

    X se levantaba, cada mañana, de la misma manera.
    Con el pie izquierdo.
    Esa mañana, quizás por haberse acostado con un grado excesivo de alcohol en su sangre, lo hizo con el pié derecho.
    Se dio cuenta en el mismo instante y ello le provocó un malestar que lo acompañó durante todo el día.
    Nada fue igual, entonces.
    Parecía otro tipo. Mucho más concentrado y distante que lo acostumbrado.
    Los que trataron con él ese día, y solían hacerlo periódicamente, se dieron cuenta que algo andaba mal.
    Incluso, algunos de ellos se encontraron, más tarde, para intercambiar opiniones.
    Me acercaron conclusiones al respecto, en las que encontré varios puntos que ayudaban a la afirmación de mi teoría.
    Levantarse con el pié cambiado fue solo un detalle, yo lo sabía.
    Muchas cosas habían sucedido, en los días anteriores, que habían estimulado el cambio de temple de nuestro protagonista.
    Me enteré, por ejemplo, que un par de días atrás, había aparecido por la oficina una mujer reclamando la presencia de X y éste había pedido le hicieran saber que se encontraba ausente en ese momento.
    Otro acontecimiento importante fue la derrota, en la final del campeonato de primera C, del equipo por el cual todos creían que X tenía algo de simpatía.
    Existían, también, sospechas de que, por esos días, X había recibido una misteriosa carta, con membrete de alguna misteriosa repartición oficial
    Como verán las cosas no marchaban bien para X.
    ¿Quién puede culparlo por actuar concentrado y distante a lo largo de un día?.
    Es solo un día, por el amor de dios.
    Me sentí con la obligación de contar ésta historia, para que tomemos el ejemplo de nuestro amigo X y, cuando problemas de una envergadura superior nos aquejen, nos permitamos un día, solo para nosotros, de concentración y distancia.

    |

    This page is powered by Blogger. Isn't yours?