<$BlogRSDURL$>

martes, mayo 04, 2004

X se levantaba, cada mañana, de la misma manera.
Con el pie izquierdo.
Esa mañana, quizás por haberse acostado con un grado excesivo de alcohol en su sangre, lo hizo con el pié derecho.
Se dio cuenta en el mismo instante y ello le provocó un malestar que lo acompañó durante todo el día.
Nada fue igual, entonces.
Parecía otro tipo. Mucho más concentrado y distante que lo acostumbrado.
Los que trataron con él ese día, y solían hacerlo periódicamente, se dieron cuenta que algo andaba mal.
Incluso, algunos de ellos se encontraron, más tarde, para intercambiar opiniones.
Me acercaron conclusiones al respecto, en las que encontré varios puntos que ayudaban a la afirmación de mi teoría.
Levantarse con el pié cambiado fue solo un detalle, yo lo sabía.
Muchas cosas habían sucedido, en los días anteriores, que habían estimulado el cambio de temple de nuestro protagonista.
Me enteré, por ejemplo, que un par de días atrás, había aparecido por la oficina una mujer reclamando la presencia de X y éste había pedido le hicieran saber que se encontraba ausente en ese momento.
Otro acontecimiento importante fue la derrota, en la final del campeonato de primera C, del equipo por el cual todos creían que X tenía algo de simpatía.
Existían, también, sospechas de que, por esos días, X había recibido una misteriosa carta, con membrete de alguna misteriosa repartición oficial
Como verán las cosas no marchaban bien para X.
¿Quién puede culparlo por actuar concentrado y distante a lo largo de un día?.
Es solo un día, por el amor de dios.
Me sentí con la obligación de contar ésta historia, para que tomemos el ejemplo de nuestro amigo X y, cuando problemas de una envergadura superior nos aquejen, nos permitamos un día, solo para nosotros, de concentración y distancia.

|

This page is powered by Blogger. Isn't yours?